El tomo X de la Historia literaria de España es el último de los que componen esta magna obra de los padres Mohedano. Sin embargo, a esta última entrega le falta uno de sus autores, Rafael, que había fallecido en 1787. El tono del «Prólogo» es más personal e íntimo, y en él trasluce la pesadumbre de Pedro por la pérdida de su hermano y su compañero en esta empresa literaria, tal y como reconoce en varios puntos.
Explica Pedro Rodríguez Mohedano que habitualmente se repartían los contenidos que habían de abordar y que a su hermano le había tocado, para ese tomo X, la vida y escritos de Lucio Anneo Séneca. Indica que había hecho varias averiguaciones, pero que le faltaron los amanuenses para ponerlas en limpio y, después, le acaeció la muerte, por lo que «las referidas apuntaciones relativas a Séneca se perdieron o se han traspapelado, de modo que no se han podido encontrar hasta el día», de tal manera que así se justifica que en el tomo X, aun resintiéndose la cronología que tanto habían intentado respetar los franciscanos —lo cual reconocen—, solamente se incluyan los trabajos realizados por Pedro, relativos a Marco Anneo Mela y a su hijo Marco Anneo Lucano y su Farsalia, a cuya explicación también dedica espacio en el prólogo.
El prologuista reconoce que también había tenido problemas con los copistas, que le habían abandonado, y tuvo que recurrir a Sebastián Sánchez Valero, que lo había sido de su hermano durante años. La tardanza en la publicación de este volumen (seis años) se debe tanto a la muerte de Rafael como a la falta de personas que copiaran las averiguaciones.
Como decimos, el intimismo de este paratexto hace que sea diferente a los anteriores, especialmente en la vehemencia contra los críticos. Explica el autor:
Hoy, que me ha faltado el grande auxilio de mi hermano, tengo mucha mayor necesidad del socorro de los sabios españoles o extranjeros. Así, reitero la súplica a los sabios deseosos de la verdad y amantes de las buenas letras de cualquier nación que sean, me avisen francamente de los yerros que haya cometido, prometiendo enmendarlos con franqueza y sinceridad.
A pesar de que en el prólogo se anuncia la continuación del proyecto («se observará lo mismo en los tomos siguientes, concluyendo la noble familia Annea con el famoso Séneca y su pariente Floro»), este tomo X fue el último que vio la luz.
Tras este paratexto se incluyen los libros XIX, XX, XXI y XXII, en los que Pedro Rodríguez Mohedano aborda al padre de Lucano, a este mismo, su obra más destacada (la Farsalia) y algunos otros escritos perdidos o atribuidos.
Concluye este volumen y toda la Historia literaria de España con el «Índice de las cosas notables» y la «Fe de erratas».