Biblioteca de la Lectura en la Ilustración
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Identificación

Sobre la Poesía y cualidades que deben adornar a un poeta

Jean-François Marmontel
1797

Resumen

Este artículo traduce el correspondiente a la voz «Poëte» de los Éléments de Littérature. Marmontel repasa en estas páginas la idea del poeta que se tenía entre los antiguos griegos para explicar de qué modo la poesía realiza una pintura recurriendo a la invención y a la composición y cómo, al hacerlo, extiende los límites de la naturaleza imaginando nuevos mundos (p. 46). De todas las artes imitativas, la poesía resultar ser la más profunda y compleja: «Ella sola penetra hasta el fondo del corazón y manifiesta sus pliegues más escondidos. Y ni se le escapan las suaves y delicadas emociones del corazón, ni los accesos violentos de las pasiones» (p. 47). 

El poeta, a diferencia del orador, persuade con la mentira. Y esa mentira se encuentra bien representada en el género dramático. Lo explica del siguiente modo:

Para dar a la imitación todo el exterior de la realidad, se inventó el género dramático, en que no todo es ilusión, como en la pintura, ni el es todo verdad como en la naturaleza, sino que la mezcla de la ficción y de la verdad produce aquella ilusión media que hace todo el encanto del espectáculo. Es falso que la actriz a quien veo llorar y a quien oigo gemir sea Ariana, pero es cierto que llora y gime; mis ojos y mis oídos no se engañan, todo lo que los hiere es real y efectivo. La ilusión, pues, solo está en mi imaginación. Tal es la poesía, la más seductora y la más ingeniosa de todas las artes imitativas (pp. 49-50).

Marmontel se explica como dramaturgo y novelista y, por tanto, transciende el concepto de imitación aristotélico basado en la representación de la naturaleza. El poeta recurre a la imaginación para «suplir la verdad con las gracias de la mentira» (p. 50). Añade así a continuación:

[..] Cualquiera que sea recíprocamente la ventaja de los medios de una y otra, siempre es cierto que la movilidad, la docilidad y la fuerza de imaginación que piden las transformaciones del poeta para revertir a cada instante un nuevo carácter y, en la misma escena, caracteres opuestos que el genio para crearlos, combinarlos y hacerlos obrar como en la misma naturaleza, que aquellas facultad de concebir, combinar un gran designio, de conducir una acción muy extensa y de graduar su interés son cosas reservadas a los poetas (p. 50).

Plantea también una cuestión clave como si es posible la existencia de poesía sin ficción. El metro y la rima son prescindibles, pero la ficción es compañera perpetua de la Poesía, aunque no siempre la entiende como esencial. Tal sería el caso que se produce cuando el objeto que se imita no necesita ser hermoseado (p. 53).


En cualquier caso, la finalidad de la Poesía consiste en causar placer: 

La idea que ya me formo de la Poesía es la de una imitación en estilo armonioso, ya fiel o ya adornada de ficciones, de lo que la naturaleza en lo físico y en lo moral tiene más capaz de herir la imaginación o el corazón, según la voluntad del poeta (p. 54).

De este planteamiento se deducen cuáles son las cualidades que debe poseer el poeta. Lo expresa diciendo:

Las tres facultades del alma de que resultan todos los talentos literarios son el entendimiento, la imaginación y la sensibilidad y, en su mezcla, o en el más o en el menos de cada una de estas facultades, es en lo que consiste la diversidad de talentos.

En el poeta dominan la imaginación y la sensibilidad, pero si el entendimiento no les ilustra, se extravían bien pronto una y otra. El entendimiento es el ojo del ingenio y la imaginación y la sensibilidad sus alas (p. 55). 

El poeta debe poseer excelentes cualidades para crear siguiendo los dictados de la armonía, pero siendo capaz de exponer ideas y conocimientos a los demás que apelen a su corazón. Por supuesto, ha de hacerlo con gusto, imaginación y sensibilidad. Todo ello implica un conocimiento que es el de uno mismo. Dice así:

En este arte, como en todas las demás, el primer estudio es el de sí mismo. Si la imaginación se conmueve si el corazón se altera fácilmente, si hay de este a aquella una correspondencia mutua y rápida, si el oído tiene una delicadeza sensible para percibir el número y la armonía, si las bellezas de la Poesía hacen una viva impresión en el alma, si esta, acalorada a vista de los grandes modelos, se siente elevada sobre sí misma por una noble emulación, si cuando uno ha concebido la idea esencial y primitiva de un asunto, la ve en su interior desenvolverse, colorarse, animarse y fecundizarse si experimenta aquella necesidad, aquella impaciencia de producir que nace de la abundancia y del calor de la imaginación, si encuentra fácilmente la relación entre las ideas abstractas y los objetos sensibles que pueden revestirlas de colores o, más bien, si las ideas nacen en la imaginación revestidas de sus imágenes, si los objetos se presentan por sí mismos bajo el aspecto más interesante y más favorable a la pintura y, sobre todo, si con la idea de un objeto patético nacen en tropel los afectos y se apresuran por salir, puede uno creer que ha nacido poeta (p. 57).


Crear no consiste en emular, en copiar la naturaleza o los modelos literarios, sino en tener un conocimiento de la condición sensible del hombre y de la sociedad y en saberlo transmitir de forma que la literatura conecte con los lectores y espectadores. 

Completa su exposición de las cualidades del poeta refiriéndose a la necesidad de conocer las lenguas y de disponer de gusto o la necesaria finura de percepción que debe hacer al poeta, cuyo origen sitúa en el estudio de la naturaleza misma.

Descripción bibliográfica

[Marmontel, Jean-François], «Sobre la Poesía y qualidades que deben adornar à un poeta. Por Marmontel», Miscelánea instructiva, curiosa y agradable ó Anales de Literatura, Ciencias y Artes. Sacados de los mejores escritos que se publican en Europa en diversos idiomas. Tomo VI, Madrid: Antonio Ulloa, 1797, T. VI, núm. XVI,  pp. 42-65.
384 pp., 8º. Sign.: BHMV BH FLL 29255.

Ejemplares

Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla

 BH FLL 29255

Bibliografía

Cita

Jean-François Marmontel (1797). Sobre la Poesía y cualidades que deben adornar a un poeta, en Biblioteca de la Lectura en la Ilustración [<http://212.128.132.174/d/sobre-la-poesia-y-cualidades-que-deben-adornar-a-un-poeta> Consulta: 23/11/2024].