Biblioteca de la Lectura en la Ilustración
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Identificación

Discurso de Mr. Marmontel sobre la belleza

Jean-François Marmontel
1796

Resumen

El «Discurso sobre la belleza» constituye una traducción literal del artículo redactado por Marmontel bajo el epígrafe de «Beau» para la Encyclopédie Méthodique y que después publicara en el tomo primero de sus Éléments de littérature

Como en otros casos, el autor de esta publicación periódica pretende hacer llegar al público aquellos textos que considera de imprescindible lectura para su ilustración. De hecho, no deja de ser relevante que se trate del artículo con el que se inaugura la Miscelánea. Pretende así asentar las bases fundamentales de sus convicciones estético-literarias y de las autoridades contemporáneas cuyo pensamiento se considera imprescindible. Incluso en la «Advertencia del editor» explica las razones por las que lo ha incluido:

El discurso sobre la belleza que insertamos en este primer número está sin duda escrito con bastante juicio, amenidad y buen gusto. En el Diario de Madrid se ha tratado este punto, aunque no considerado con tanta extensión, de muchos modos y por diferentes plumas, de modo que parece estaba ya la materia agotada. Pero, cotejado todo con este «Discurso», se verá de cuán distinto modo la ha considerado el académico francés (h. 2r). 

Marmontel plantea que la noción de «belleza» resulta difícil de definir, puesto que no resulta sencillo determinar qué es lo que causa el sentimiento de admiración y placer que deriva de la contemplación de una obra bella, proceda esta de la naturaleza o del arte. En su opinión, el origen de ese placer se encuentra en el efecto que provoca a tres niveles: sobre el pensamiento, sobre el sentimiento o por la sola conmoción de los órganos (sentidos), lo cual implica tres clases de belleza: la intelectual, la moral y la material o sensible. 

A continuación, explica cómo el entendimiento, la voluntad y los sentidos reconocen la belleza. Sus cualidades —añade— se reducen a tres: fuerza, riqueza e inteligencia entendiendo por cada una de ellas lo siguiente: 

[...] por fuerza entiendo la intensidad de la acción, por riqueza la abundancia y fecundidad de los medios y por inteligencia el modo útil y prudente de aplicarlos (p. 2). 

La belleza natural se percibe a través de dos órganos: la vista y el oído, aunque con la vista se capta la belleza física y con el oído la intelectual y moral. Pero, ¿cómo se aprecia la belleza a través del entendimiento y la voluntad para admirar el ingenio y la virtud? Aclara sobre ello que

Las dos clases de hombres más distantes entre sí es, a saber, el pueblo y los sabios, son las que experimentan más a menudo la impresión de lo bello: el pueblo porque admira como otros tantos prodigios aquellos efectos cuyas causas le parecen incomprensibles y los sabios porque son capaces de apreciar y percibir la excelencia de las causas y de los medios (p. 7).

Como resultado de ello, en el caso de la Elocuencia y la Poesía la belleza resulta ser un hechizo porque: 

En la Elocuencia y la Poesía ejercen su influjo la riqueza y la magnificencia del ingenio. La abundancia de los afectos, de las imágenes y de los pensamientos, las grandes amplificaciones de las ideas que una imaginación luminosa pare y anima, la lengua misma que se ha hecho más abundante para exprimir nuevas relaciones o para dar más energía y calor a los movimientos del alma, todo esto, digo, nos encanta, y este hechizo no es otra cosa que el sentimiento de lo bello (p. 8).

Continúa con una digresión en la que explica en qué consiste la belleza humana y, en particular, la que corresponde a la mujer, asociada a su papel de madre y amante esposa. 

En cuanto a la belleza artificial, Marmontel establece que esta estriba en la opinión que se genera la cual, a su vez, procede del arte (reglas) o tiene su origen en el modelo (referente imitativo). En el primer caso, se encuentra la Arquitectura, si bien sus principios de equilibrio, simetría, orden y armonía pueden servir para la oratoria y la música (pp. 22-23). En el segundo, estarían la Escultura y la Poesía. Ahora bien, en este último caso plantea como determinante de la creación literaria ser capaz de trascender a los sentidos, es decir, de arrebatar la imaginación y el alma mediante la expresión de los afectos, el encanto de la palabra y la sublimidad de los pensamientos.

Descripción bibliográfica

[Marmontel, Jean-François], «Discurso de Mr. Marmontel sobre la belleza», Miscelánea instructiva, curiosa y agradable, Madrid: Real Universidad, 1796, T. I, núm. I, pp. 1-36.
3 hs., 363 pp., 1h., 8º. Sign. BHMV BH FLL 29604.

Ejemplares

Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla

BH FLL 29604

Bibliografía

Cita

Jean-François Marmontel (1796). Discurso de Mr. Marmontel sobre la belleza, en Biblioteca de la Lectura en la Ilustración [<http://212.128.132.174/d/discurso-de-mr-marmontel-sobre-la-belleza> Consulta: 23/11/2024].