Tercera parábola remitida al Diario de Madrid. En esta ocasión, se cuenta como el hijo de un pastor prendió el cargamento de cohetes que acarreaba un burro, para que, cuando estallasen, creasen el efecto de que el burro se elevaba sobre el suelo. En este caso, la moraleja es explícita: del mismo modo que el burro no habría podido alzar el vuelo sin la intervención de los cohetes, el Setabiense no habría podido escribir su Anti-Quijote sin plagiar las observaciones de otros autores.
Señor diarista [Carta decimoctava en respuesta al Anti-Quijote]
S.
1805
Resumen
Descripción bibliográfica
S., «Señor diarista», Diario de Madrid, 1805, núm. 274, pp. 375-376.
Ejemplares
Biblioteca Nacional de España
Bibliografía
Aguilar Piñal, Francisco, «Un Quijote valenciano: el Setabiense», Anales cervantinos, 34 (1998), pp. 125-134.
Aguilar Piñal, Francisco, «El Anti-Quijote (1805)», en Desviaciones lúdicas de la crítica cervantina: primer convivio internacional de “Locos Amenos”: Memorial Maurice Molho, Vistarini, Bernat, Antonio Pablo y José Maria Casasayas Truyols (coords.), Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 2000, pp. 125-138.
Cita
S. (1805). Señor diarista [Carta decimoctava en respuesta al Anti-Quijote], en Biblioteca de la Lectura en la Ilustración [<http://212.128.132.174/d/carta-decimoctava-anti-quijote> Consulta: 23/11/2024].
Copyright
Pablo Martín González