Juan Francisco Masdeu (1744-1817) fue un jesuita nacido en Palermo aunque de profundas raíces españolas, ya que provenía de una familia catalana que sirvió a Carlos III en Italia. Poeta menor, Masdeu es más conocido por su labor como historiador de la literatura española, de la que surgió su trabajo más destacado, Storia critica di Spagna e della cultura spagnuola in ogni genere, preceduta da un Discorso preliminare. Su obra Arte poética fácil, sin embargo, pertenece a una faceta totalmente distinta de Masdeu, la de pedagogo e impulsor de la escritura poética.
Tal como se lee en una dedicación preliminar a la reina María Luisa, el objetivo del libro es facilitar el estudio de la poesía, «uno de los más necesarios en cualquiera nación, por ser ordinariamente el primer paso para la sabiduría» (h. 5r). En dicho texto preliminar se afirma que la obra está dirigida a los jóvenes de ambos sexos, y se subraya el hecho de que se pondrá especial atención en evitar las explicaciones complejas y los términos técnicos con el fin de que el contenido pueda ser accesible a todo tipo de lectores: «[…] Sin términos facultativos o de escuela, para destruir la preocupación popular, que no tiene por capaces de un empleo tan fácil y natural, a los que no han seguido otros estudios» (h. 5v).
Arte poética fácil despliega sus enseñanzas en torno a nueve diálogos didácticos que mantienen el maestro Metrófilo y su discípula Sofronia. En el primero se abordan los perfiles básicos de la materia que se pretende enseñar, así como las razones de su utilidad. En el segundo, Masdeu destaca la importancia de dos actividades tan sencillas como son leer y escribir de forma adecuada, algo mucho menos frecuente de lo que cabría esperar, según el autor, y cuyo dominio precede al verdadero arte de la escritura poética. Los tres siguientes diálogos se adentran en las otras tantas clases de armonía poética: la de cada verso de por sí (tercer diálogo), la derivada de la rima (cuarto) y la armonía que con carácter general ha de estructurar de forma uniforme el conjunto del poema (quinto). El sexto de los diálogos didácticos versa sobre la ejecución exacta de las estrofas poéticas de menor extensión, consideradas por Masdeu más fáciles, y el séptimo de las de mayor tamaño. El octavo diálogo aborda lo estrictamente formal de la poesía, la composición de su lenguaje, mientras que en el noveno y último el autor hace que sus personajes ficcionales hablen de composiciones del pasado, las «antiguas fábulas» (h. 6v).