El Arte poétique de Boleiau-Despréaux (1674) ejerció una influencia constante en el clasicismo setecentista europeo. El tratado original sigue la estela de Horacio y así se presenta como una obra más amable que erudita. El texto de Boileau tuvo una significativa presencia en España, convirtiéndose en autoridad simultáneamente referida con Aristóteles y Horacio. Alabado por Nicolás Fernández de Moratín, José Caldalso, los asistentes a las tertulias de la Fonda de San Sebastián, Juan Meléndez Valdés o Juan Andrés, se convirtió en un referente de la defensa del buen gusto y de las ineludibles reglas de la poesía.
Entre 1787 y 1816 se publicaron tres traducciones del Arte Poética: la primera a cargo de Juan Bautista Madramany y Carbonell, la segunda fue la de Arriaza, que no se prodiga en comentarios pero que lo considera «el código de la literatura moderna» (p. iv) y la tercera la realizó Pedro Bazán de Mendoza que la publicó en París durante su exilio.